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Piel Sensible: ¿Qué es y sus características?

Las personas con piel sensible son las que más sufren para encontrar productos adecuados a sus necesidades, porque además de querer una piel equilibrada, buscan atacar problemas como arrugas, manchas, resequedad o sobreproducción de grasa.

En este artículo te ayudaremos a identificar factores que pueden influir para que tengas piel sensible, así como a saber si tu piel es realmente sensible o más bien reactiva. También te contaremos sobre los mejores y peores ingredientes para esta condición de la piel.

 

Piel sensible y piel reactiva: ¿son lo mismo?

La piel sensible es una condición que se puede presentar en los distintos tipos de piel, es decir que se puede presentar en pieles secas, grasas o mixtas.

La sensibilidad en la piel se caracteriza por una alteración en la barrera cutánea, que la hace más débil, permeable y susceptible a factores como la alimentación, el clima y el uso de productos, principalmente.

La piel reactiva por otro lado, se puede presentar cuando se entra en contacto con el sol, la contaminación ambiental o alguna sustancia que la haga reaccionar de forma desmedida.

Si nuestra piel vuelve a la normalidad cuando suspendemos la exposición al factor que causa dicha reacción, puede ser que  sea reactiva.

A continuación te explicamos las características de estas condiciones de la piel:

  1. Características piel sensible
    • Sistema inmunológico debilitado.
    • Barrera de la piel desequilibrada (flora bacteriana, niveles de lípidos o grasas en equilibrio).
    • Piel muy fina, delicada y por lo general blanca.
    • Textura no uniforme: escamas, ligero engrosamiento (queratosis), erupciones.
    • Estos factores desencadenan la aparición de rojeces, irritación, capilares dilatados, prurito, calor, eritema y tirantez.

  2. Características piel reactiva
    • Reacción como medio de defensa ante una agresión, una sustancia, sol, procedimientos estéticos.
    • Inflamación caracterizada por enrojecimiento y picazón que desaparece al evitar la exposición al factor que causa la reacción.
    • Piel sobreestimulada por diversos factores.

 

Causas de la piel sensible


Existen dos factores que causan la piel sensible:

  1. Factores Internos
    Son factores que ocurren de forma intrínseca a la persona. Algunos de ellos se pueden contrarrestar con ciertos hábitos de los que hablaremos más adelante.
     
    • Genética: Es común que una persona presente piel sensible si tiene familiares con historial de patologías como eccema, rinitis o alergias.

    • Desequilibrio hormonal: Las mujeres se enfrentan a diferentes cambios en niveles hormonales durante su vida. Cuando existe una sobreproducción de estrógenos, pueden desencadenar alteraciones en la piel, debido a que actúan principalmente sobre queratinocitos, fibroblastos, melanocitos, folículos pilosos y glándulas sebáceas.

    • Estrés: El estrés además de hacernos perder humedad y llevarnos a un envejecimiento prematuro, modifica la secreción de hormonas en nuestro organismo, algunas de estas hormonas como el cortisol y la adrenalina producen un estado de inflamación en la piel que desencadena el problema de la piel sensible.

    • Sudoración anormal y excesiva: Las personas que padecen esta condición pueden presentar piel sensible debido al desequilibrio en la epidermis obtenido por la gran pérdida de agua.

      Existen también enfermedades dermatológicas preexistentes que predisponen a dicho padecimiento, como el acné, eccema, psoriasis y dermatitis atópica. Debido a esto, se plantea que la piel sensible se puede asociar a la presencia de enfermedades cutáneas.

  2. Factores Externos
    Son factores que encontramos en el exterior de la persona y que pueden ocasionar piel sensible.
  • Clima: El aire seco de los aires acondicionados o calefacciones, así como los cambios bruscos de temperatura y humedad pueden influir en la sensibilidad de la piel.

  • Alimentación: Al consumir alimentos inflamatorios tenemos una mayor predisposición a agravar o tener sensibilidad en la piel. Lo mejor es evitar la comida procesada, lácteos, azúcares refinados y consumir proteína animal de forma moderada.

  • Contaminación: El ozono producido por la industria y los vehículos es una fuente de radicales libres que al contacto con la piel genera reacciones redox (óxido-reducción), reduciendo los antioxidantes de la epidermis y haciéndola más sensible.

  • Exposición prolongada al sol: Tanto los rayos UVA como UVB suelen provocar daños y sensibilizar la piel. Los rayos UVA penetran profundamente dentro de las capas cutáneas, mientras que los rayos UVB afectan a la epidermis o capa externa de la piel.

  • Exposición a sustancias: La exposición a detergentes, compuestos químicos encontrados en el medio ambiente, plásticos y tejidos textiles,  son factores que pueden alterar el funcionamiento de la piel.

  • Cosméticos: Ingredientes como el alcohol denat, cocamidopropilbetaina, resorcina, trietanolamina, fragancias, ácido tricloroacético (ATC) y ácido alfahidroxiacido pueden causar reacciones negativas en la piel.

  • Procedimientos cosméticos: Algunos procedimientos con aparatología como la fototerapia, la radiación ultravioleta (UVA), la dermoabrasión y el láser resurfacing pueden agravar la piel sensible.

5 tips para mejorar la piel sensible

A continuación te daremos algunos consejos para mejorar y fortalecer tu barrera cutánea:
  1. Evita bañarte con agua caliente, ya que contribuye a la deshidratación y desequilibrio de la piel.
  2. Lleva una dieta balanceada con alimentos ricos en omegas, antioxidantes, vitaminas y minerales. Bebe suficiente agua y haz ejercicio regularmente.
  3. Evita el estrés, ya que el cortisol  puede producir desequilibrio cutáneo y aumentar la sensibilidad cutánea.
  4. Protege tu piel de la exposición prolongada a la radiación UV. Si te vas a exponer por más de 30 min, te recomendamos sea muy temprano por la mañana o al atardecer. Procura usar sombrero o sombrilla y un protector solar con FPS 40 como mínimo.
  5. Utiliza productos con pH biocompatible con la piel. El pH de la piel es de 5.5 aproximadamente, por lo que debemos evitar los pH de 7.0 (jabones neutros) y los ácidos que encontramos en algunos exfoliantes químicos.


5 cosas que no sabías sobre la piel sensible


  1. La hidratación es clave, tanto en el interior de nuestro organismo como en las capas externas de la piel.
  2. El skincare natural puede agravar la condición de piel sensible. Los aceites esenciales, fragancias naturales y remedios caseros pueden ser sensibilizantes. Además, muchos productos artesanales no cuentan con ingredientes estandarizados ni con la inocuidad necesaria para mantener la piel libre de reacciones.
  3. Una flora intestinal en equilibrio mejora la piel sensible. La hace más resistente a microorganismos patógenos, reduce la inflamación crónica, evita alergias y mejora la respuesta inmune del cuerpo.
  4. Existen alimentos que empeoran la piel sensible. Entre ellos están el café, las bebidas alcohólicas, los alimentos irritantes, quesos curados y comida chatarra.
  5. Que un producto sea dermatológicamente probado no quiere decir que no pueda sensibilizar la piel. Esta frase lo único que significa es que el producto fue probado por un dermatólogo, pero no asegura que el producto esté exento de ingredientes sensibilizantes.

Principales ingredientes para piel sensible

Para disminuir los problemas ocasionados por este padecimiento, es necesario elegir un skincare adecuado que evite la irritación y al mismo tiempo mejore la condición de la barrera protectora de la piel.

  1. Ingredientes que mejoran la piel sensible

    Hoy en día podemos encontrar numerosos activos indicados para el cuidado de la piel sensible, aquí te contamos cuáles son los mejores de acuerdo a su función principal:

    Ingredientes calmantes y suavizantes: Extractos de regaliz, aloe vera, manzanilla, caléndula y vid.

    Ingredientes protectores de vasos sanguíneos: Extractos ricos en saponinas como el extracto de brusco, castaño de Indias, extractos de centella asiática, hedera helix y vitis vinifera.

    Ingredientes antioxidantes: Vitamina E, palmitato de retinol, ácido cafeico, vitamina C, bakuchiol, ácido ferúlico y coenzima Q10, entre otros.

    Ingredientes hidratantes: Fermentos de pseudoalteromonas, glicerina, ácido hialurónico, sorbitol y urea.

    Ingredientes humectantes: Ceramidas, escualanos, triglicéridos, fosfolípidos y colesterol.

    Sustancias que estimulan y refuerzan la capacidad inmunitaria de la piel: Algas como la asparagopsis armara, los β-1,3-glucanos, presentes en los extractos de avena, trigo, cebada y levaduras.

    Ingredientes para signos de la edad: Los péptidos son fracciones de proteínas muy efectivas para signos de la edad y son altamente recomendables para la piel sensible.

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  • b. Ingredientes que empeoran la piel sensible

    Los sulfatos son detergentes encargados de generar la espuma y limpiar la piel a profundidad, resultan agresivos con la barrera protectora de la piel y pueden causar irritación.

    Las fragancias tanto sintéticas como naturales llegan a causar problemas de irritación, manchas o enrojecimiento, principalmente en pieles sensibles.

    Los colorantes son utilizados para darle una apariencia más atractiva al producto. Algunos de ellos pueden provocar irritación y alergias.

    Los parabenos son ampliamente usados como conservadores en productos comerciales. Pueden causar irritación o enrojecimiento en pieles sensibles.

    Los exfoliantes físicos y químicos resultan particularmente agresivos en personas con piel sensible.

La verdad sobre los productos hipoalergénicos


¿Las pieles sensibles deben usar productos hipoalergénicos? La respuesta es no.

Un alto porcentaje de personas con piel sensible o reactiva buscan productos de este tipo, sin embargo, un producto hipoalergénico no es garantía de seguridad. Incluso algunas veces contienen ingredientes no aptos para esta condición.

Se tiene la creencia de que la piel sensible es un padecimiento exclusivo de la piel, cuando en realidad se trata de un problema integral y su tratamiento debe incluir un estilo de vida saludable que refuerce el sistema inmunológico de la persona que la padece. La exposición a sustancias y al estrés también son puntos clave.

Si tienes piel sensible te recomendamos las rutinas simples, leer  los ingredientes antes de adquirir un producto y hacer pruebas de sensibilidad en antebrazo y cuello antes de usar productos nuevos.

Déjanos en los comentarios tus dudas sobre este padecimiento de la piel que cada vez es más común en la actualidad.

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